miércoles, 19 de agosto de 2009

AZUCARILLOS


Utilizamos en ocasiones conceptos, que convertimos en expresiones y que encierran en si mismo un misterio que los convierte en incógnitas dignas de despejar.
Uno de estos conceptos, quizás el que mas, que siempre han supuesto un misterio para mis cortas entendederas ha sido el de la ética, al que en algún otro momento me he referido.
Me llamaba la atención el oir cosas como ....."hay que tener un poco más de ética"...."fulanito es muy poco ético"....."menganita no tiene ética"....."hay que tratar el asunto desde un punto de vista ético"..... y unos cuantos cientos mas. Al final llegue a la conclusión de que quién más utiliza esta expresión es justamente quién menos conoce su significado. Como casi todo en la vida del aprendiz de brujo.
La descripción de este concepto más concisa y contundente, nos la vuelve a dejar, como no, un maestro en la materia. Nada mas y nada menos que Jose Luis Aranguren, al que nunca me cansare de admirar. Dice así "La ética es la expresión de la razón humana. Tanto individual como colectiva".
Lo que ocurre es que tratar de despejar la incógnita de la ética apelando a la razón humana, es perder la batalla de antemano, porque si complicada es la opción A, la opción B nos lleva directamente al abismo mental. Todavia no somos capaces de hacer uso de la mas elemental, básica y primaria expresión de la razón humana, como es el sentido común, y sin embargo nos sentimos capaces de dar medida a la "ética ajena".

Algo así ocurre con otras expresiones a las que quizás, como mecanismo de autodefensa, siempre situamos fuera de las fronteras de lo que consideramos nuestro entorno individual, nuestra intimidad.

Uno de estos es el término esclavitud, de la que si no es en forma metafórica, todos nos sentimos excluidos. " Yo que leches voy a ser un esclavo/a" dicen los modernísimos/as.
Pues si amigos/as, lo sois, lo somos. Somos esclavos de ese puñado de individuos que se apropian del único medio que tenemos para subsistir, que es nuestro trabajo. Como dicen los puristas "nuestra fuerza de trabajo". ¿Alguien se ha parado alguna vez a recapacitar sobre con medio propio de supervivencia contamos como individuos?. La respuesta es muy simple: ninguno.
Si quién domina, posee y explota los medios de producción de riqueza social, prescinde de nosotros, sencillamente estamos muertos, aunque podamos mal vivir una temporada, mas o menos larga, en la indigencia. Y lo asumimos. Y lo aceptamos. Y lucharemos contra quién haga falta, y con cualquier medio, por ruín que sea, para que los ojos del amo se fijen en nosotros, para que nos señalen como suyos. Y agradeceremos de formal servil el que esclavicen nuestras vidas. Si es necesario nos convertiremos en los mas precisos fraticidas.

Hace ya tiempo que no somos "propiedad directa" de estos amos de los medios de riqueza. Sencilamente porque no les hace falta. Las formas de esclavitud se hicieron mas sutiles a partir de la época feudal, aunque con revitalizaciones de modelos anteriores.

Os propongo hacer un cálculo sencillo. Los que todavía tengan la suerte de seguir asalariados ¿cuanto tiempo tardan en generar para el empledor, el dinero que este les paga a fin de mes? ¿un día, dos, tres?. Pongamos en el último caso y tardamos tres días de trabajo. Nadie va a emplear a nadie por esos tres días sin que el saque beneficio, que lo haga de forma altruista. Imaginemos que es un empleador poco ambicioso y quiere ganar el doble que nosotros (multiplicado por todos los empleados que tenga). El resultado sería que trabajariamos nueve días, de los que tres serían para nuestra subsistencia y seis los trabajaríamos gratis para el. Pero es que tampoco trabajamos nueve días. En el mejor de los casos trabajamos veintidos mensuales. Entonces ¿donde va a parar esa diferencia? ¿realmente trabajamos gratis diecinueve días al mes?.
Pues si compañeros/as, los trabajamos gratis y todo ese beneficio es para ellos. Y les parece poco.
¿Quedan dudas de porqué esta vigente el término esclavitud en las relaciones empleador/empleado? ¿Que eso no es nada mas y nada menos que la explotación del hombre por el hombre? ¿De porqué somos clases distintas que siempre serán antagónicas? ¿De porqué es tan necesaria como lo ha sido siempre, el que mantengamos esa conciencia de clase? ¿De porqué la unión es la respuesta?

No nos sentemos a sus mesas considerandonos y actuando como iguales en objetivos porque no lo somos.

Todavía tienen la desvergüenza de decir que siguen sentados en la mesa de negociación del Diálogo Social y que esperan a Gobierno y Sindicatos que tarde o temprano tendrán que volver, porque son ellos los que generan empleo. Sencillamente desvergonzados, aunque se han ganado con matrícula otros calificativos que se ampliarian al ambito familiar.

No perdamos esa conciencia colectiva de clase. No tiremos por la borda lo que tanto costó conseguir y que tan poco valoramos. No es fácil, pero niguna reivindicación lo es.
Que no nos veamos obligados a esquivar la mirada hasta de las imágenes de Pablo Iglesias que presiden en lugar de honor nuestro Sindicato.

No nos diluyamos......como azucarillos.

paco fernández, agosto 2009

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Compañero Paco,Felicidades por el comentario/reflexion "azucarillos".¡....es de libro!....pero no hay forma de que se nos entienda y mucho menos de plantearlo como argumento sindical, es mas facil dejarse llevar por la inercia general....y todo va bien mientras estemos...y cuando ya no lo estemos ....el que venga detras que arree....es lo que piensan el 80% de los "sindicaleros" que no UGETISTAS.

paco fernandez dijo...

Es cierto compañero/a. Posiblemente no se nos entiende porque no acabamos de saber como realizar el planteamiento.
Es cierto el que se nos hayan colado una cantidad considerable de "sindicaleros" disfrazados de ugetistas.
Es cierto que la proporción de afiliados con respecto a la de militantes será también del 80%.
Pero la mayor responsabilidad de que eso pueda ocurrir y ocurra es de los que nos consideramos militantes y ugetistas.
Un saludo.