lunes, 29 de diciembre de 2008

SEGUNDA MANO


La situación socioeconómica que estamos atravesando, de la que no hace falta dar muchos detalles, nos está colocando, está colocando al sindicalismo, en primera línea de los acontecimientos. Hace ya algunos meses que es extraño el no ver alguna referencia de conflicto laboral y/o referencia al mundo sindical donde no falta nuestra UGT, en cualquier medio informativo.
Está ocurriendo, siempre bajo mi criterio, que no hacemos más que entrar en una espiral de acción – reacción, desde atrincheramientos defensivos que limita de forma importante esa posibilidad de que la reacción tenga un abanico de posibilidades, mucho mas amplia que la actual.
No hace mucho escribí que no me parecía del todo mala la figura jurídica del ERE como mal menor a situaciones aciagas como las actuales. Evidentemente no es la panacea, pero si un instrumento en el que nosotros tenemos mucho que decir.
Pero ocurre que no estamos diciendo nada. Mejor dicho casi nada. Y lo que estamos diciendo ahora teníamos que haberlo previsto y resuelto.
Como todos conocemos lo que comporta un ERE no hace falta entrar en explicaciones, pero si destacar lo que desde nuestra posición sindical es prioritario tratar de mejorar.
La Ejecutiva Confederal de nuestro Sindicato, lanza al Gobierno estatal, reformas en cuanto a la fiscalidad de las indemnizaciones por rescisiones de contratos derivados de expedientes de regulación. En la actualidad estas indemnizaciones legales equivalen, como ya sabéis a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo indemnizatorio equivalente a 12 mensualidades. Si en negociación de expediente se alcanza una indemnización mayor, esta tributa a Hacienda como renta irregular de trabajo, con la carga impositiva que ello conlleva. Osea que parte de la mejora conseguida en negociación es para Hacienda. Perfecto.

Tras la perdida del empleo, con una indemnización irrisoria como esta, que además puede darse por motivos tan peregrinos como son los técnicos u organizativos, tenemos además que pasar por caja y dejar allí una parte de ella. Patético.
Los expedientes de recisión temporales envían al desempleo durante un tiempo determinado a los trabajadores, consumiendo este paso circunstancial por el INEM, las barbaridades de hasta 180 días de prestación, por un día o una semana que este trabajador haya visto rescindido su contrato a causa de una regulación temporal. Quiere esto decir que se habilita al empleador a rescindir temporalmente contratos con sus correspondientes cotizaciones por motivos varios y sin embargo se penaliza al empleado de forma significativa. Desde UGT Catalunya se ha reivindicado, de momento en forma tibia, el que este desempleo temporal consecuencia de un expediente de regulación, no reste ni un solo día de los 24 meses de prestación a los trabajadores con este derecho, ni de las mensualidades acumuladas a quienes no hubiesen generado el total de las 24 mensualidades.

En las circunstancias actuales, y mucho me temo que poco ha de variar en el futuro, los trabajadores que no cuenten con un activo patrimonial como es su formación, tendrán serias dificultades a la hora de acceder a un puesto de trabajo estable y dignamente remunerado. Los planes de formación de calidad los tenemos en segundo o tercer plano. Las subvenciones a las empresas a través de los descuentos en las cotizaciones a la Seguridad Social van a parar siempre a la formación de quienes a estas interesa y no se escatima en calidad. Planes formativos tanto sectoriales como intersectoriales que den opción a titulaciones oficiales, que fomenten el continuo reciclaje y puesta al día en conocimientos y habilidades a todos y cada uno de los trabajadores/as, tanto en activo como en desempleo es una reivindicación de primer orden.
Podríamos continuar enumerando frentes abiertos, hasta que quisiésemos.
Pero ocurre que acabamos dándole vueltas siempre a lo mismo. Que si la subida salarial del nosequeporciento no es suficiente. Que si los porcentajes de incremento delnosequé son irrisorios. Que si, que los incrementos han de ser los que realmente han de ser. Pero leches, salgamos ya de ahí. Que esa aportación al sindicalismo es muy pobre por parte de quien se centra en ella. Que reduce el sindicalismo a obrerismo. Y es que además enseguida se encuentran soluciones a eso en ideas y teoría anteriores. Es decir, en ideas y teorías de segunda mano.
Entremos en una dinámica de aportación y anticipación de escenarios. Eso es lo que ha de ofrecer el sindicalismo actual. Eso es lo que hemos de ofrecer nosotros.

Paco Fernández, diciembre 2008

domingo, 21 de diciembre de 2008

LESA HUMANIDAD


Son profundas las declaraciones que nos ha dejado esta semana José Saramago.
Se puede estar o no de acuerdo con ellas, pero sin duda invitan a una serena reflexión a quién, como es mi caso, las comparte.
Dice Saramago "Hay tantos atentados a la dignidad humana que no sé ni por dónde empezar, pero creo que la crisis financiera es uno de ellos", espetó. "Los ejecutivos de Wall Street no están invadiendo países ni cortando cuellos, pero la cantidad de personas que actualmente están en el paro debería ser una razón para que estos señores fueran llevados a juicio". Más tarde acusó a los responsables de esta crisis de cometer “crímenes contra la Humanidad”.
Imaginemos un hipotético proceso judicial contra los responsables de la actual situación financiera. ¿a quién y a cuantos habría que sentar en el banquillo de los acusados? ¿solo a estos ejecutivos del norte de América?. A pesar de tratar de justificar la situación haciéndonos creer que no es el sistema, sino indeseables como este último personaje que han sacado de no se sabe donde, un tal Madoff, que con el burdo timo de estructuras piramidales a sido capaz de estafar miles de millones de euros al núcleo duro de los tiburones financieros y además en su propio elemento. Insisto en que a pesar de absurdidades como esta, no está ahí el fundamento de la situación. Pero es que al mismo tiempo, tampoco tengo el convencimiento de que sea el sistema capitalista en sí el origen de todos los males. Y en ningún momento entendáis que defiendo este sistema, pero antes de intentar encontrar las soluciones en los tratados económicos de Marx, deberíamos tratar de encontrarlos en los propios individuos.
Esta suma de abstracciones, a las que ya he mencionado en otra ocasión, y que somos los ciudadanos, formando la ficción de “la sociedad”, ni somos un grupo homogéneo, ni estamos en el mismo plano de horizontalidad.
Recuerdo que cuando me hacían estudiar a los clásicos, un compañero muy querido, se empeñó en que aprendiésemos de memoria una cita de Montesquieu, porque tenía el convencimiento de que estaría presente en los exámenes. Esta cita decía : “Las reglas que determinan el comportamiento de los hombres no son permanentes ni absolutas, sino que surgen y son modificadas según los contextos históricos y culturales, los tipos de gobierno y el carácter de la sociedad” .No apareció para nada en los exámenes, pero todavía me acuerdo de ella y de como no era capaz de descifrar el enigma. Habría de ser el comportamiento de los hombres el que diese carácter a la sociedad y no al revés ¿no?. Pues no, no es al revés..
Estamos en una sociedad compuesta por grupos de individuos integrados en pensamientos sociales e ideológicos distintos, compuestos estos por su concepción de la justicia, el derecho, la libertad, la política, la moral, la ética o la religión, y por su concepción de la dignidad, la propiedad, la vergüenza, la culpa, el honor, la caridad ..... Lo que origina estos grupos sociales distintos es la estructura económica en la que se desarrollan. Lo que genera las ideas sociales de estos grupos es el ambiente económico en el que viven.
¿De donde surgen estos conjuntos sociales o familiares que se autodenominan tradicionales? Cada vez que un grupo social sufre una transformación importante en su estructura económica, la primera generación que crece provoca una ruptura generacional. Pero si no se producen cambios económicos en el seno de estos grupos, los hijos adoptan sin grandes problemas la estructura ideológica de sus padres.
El problema no se centra en figuras esperpénticas como este Madoff .
Si atendemos a las reflexiones de Saramago, necesitaremos muchas sillas para sentar en ellas y ante un tribunal a todos los responsables de que estas indignidades las suframos siempre los mismos grupos sociales.

Paco Fernández, diciembre 2008