lunes, 5 de abril de 2010

EL CASCABEL AL GATO


Es realmente cierto aquello de que no valoramos lo que poseemos o de lo que disponemos, hasta que dejamos de tenerlo o de disfrutarlo. No es menos cierto que el hecho de disponer o de poseer algo, al quedar de esta forma fuera de nuestras codicias, nos lleve a rebajar el valor que poseen. Pero no acaba ahí nuestra simpleza. Cuando no sabemos utilizar nuestras herramientas, las desestimamos y asistimos al ...ya lo decía yo...la culpa es de nosequién...esto no sirve para nada... Cualquier cosa antes de reconocer que, es nuestro inmovilismo y desidia lo que permite que ciertas situaciones se originen. Y una vez originadas, seguro que encontramos en quién descargar nuestras iras, porque en su momento no estuvo a la altura de las circunstancias.

Estamos oportunamente conformes en la sociedad del espectador. Viendo pasar acontecimientos ( en algunos casos trascendentales para nuestros intereses ) y esperando que tras la pausa publicitaria, los guionistas encuentren la solución recurrente, graciosa, y oportuna que consuele nuestra inanimada aportación.

Presenciamos un ataque por varios frentes a algo que creemos fundamental como son los derechos del colectivo empleado frente al empleador y que sostienen las relaciones contractuales laborales. No voy a relatar las pretensiones de cambio que lanzan tanto patronales como Gobierno de turno, porque todos las conocemos. Podemos estar mas o menos de acuerdo con ellos, si es que alguien lo está. Pero lo innegable es que acudimos una vez mas al recurso de la pataleta. A mostrar nuestro desacuerdo desde la comodidad del sillón. Que se sepa nuestra disconformidad, pero por favor, que nos cause el mínimo disconfort.

Lo que está en juego en estos momentos no es lo que vocean los bufones del sistema. Su prioridad no es rebajar el coste del despido. Su prioridad no es alargar la vida laboral y retrasar la edad de jubilación. Su prioridad no es simplemente modificar el Estatuto de los Trabajadores.

Sus prioridades son debilitar nuestras posiciones legales de enfrentamiento a sus voracidades.

Esto se ha repetido hasta la saturación, pero vamos a hacerlo una vez mas por si alguien todavía no se ha enterado.

Ninguna empresa con acreditados problemas económicos de los que dependiera se viabilidad, ha rescindido contratos con las indemnizaciones máximas que prevé la legislación laboral. Es mas, en casi todas las ocasiones, ni siquiera con las mínimas. El desvío de estas indemnizaciones al Fondo de Garantía, con coste cero, ha sido la vía utilizada en la inmensa mayoría de las ocasiones. Tanto en los despidos colectivos a través de Expedientes de Regulación, como de despidos individuales por la vía de la objetividad. El elevadísimo porcentaje de temporalidad en las contrataciones, ha permitido deshacerse de buena parte de las plantillas de trabajadores de las empresas, con coste igualmente cero.

El abanico de posibilidades en cuanto a modalidad de contratación, es lo suficientemente amplio y en ocasiones vergonzante ( véanse las ETT’s, contratos para la formación....) como para pedir más flexibilidad en la materia. Los contratos para el fomento del empleo ya contempla indemnizaciones menores a los manoseados 45 días por año, para los trabajadores de carácter indefinido bajo esta modalidad en las empresas y que en su día consentimos que vieran la luz. Pero no es suficiente. Se han inventado hasta la demencia, vías para deshacerse de los trabajadores, sin hacer frente a indemnizaciones dignas de los beneficios que han ido acumulando. Han preferido en muchas ocasiones, hacer frente a suculentas minutas de sus abogados, antes que destinar este dinero a la indemnización de sus trabajadores/as.

La pregunta ya se ha hecho hasta la agotamiento, pero volvamos a hacerla;. ¿Es el precio de la rescisión de contratos el mal del mercado laboral? ¿Son las indemnizaciones lo que mantiene en el desempleo a millones de trabajadores? Rotundamente no.

Nos lanzan un nuevo invento, en la línea de abaratar las rescisiones: el modelo austriaco.

Debemos de ser los mas tontos del planeta. Cualquier sistema es válido, venga de donde venga, menos el nuestro. Somos los tarugos del mundo occidental. Parece ser que es nuestra penitencia. Al margen de eso ¿cuál es el modelo austriaco?. Al loro, como dice aquel:

Una parte de las subidas salariales las recibe el trabajador (no se especifica a que subidas se refieren) la otra parte de esta subida se difiere y se crea un fondo en la Seguridad Social a nombre del trabajador. Cuando al trabajador se le despide, este rescata su fondo que se complementa con las indemnización, evidentemente mucho menor que la actual. Sobran los comentarios. Solo haré uno. Hay un Sindicato encantado con la idea. Es mas, su Secretario General se atribuye la paternidad. No sabia yo que este era austriaco.

Entonces ¿que se persigue con el afán de abaratar el despido?. Esta claro. Como bien muestra El Roto en su viñeta, el objetivo no es otro que minar cualquier posición de fuerza de las pocas que nos quedan. Acabar con cualquier actitud hostil al mercadeo de bienes y personas necesario para lo que estos desalmados llaman confianza necesaria para la inversión .

El objetivo del retraso en la edad de jubilación está claro. No es otro que recortar la protección social a las personas que por edad abandonan el mundo laboral.

Con una media de edad en torno a los 62-63 años de las jubilaciones en España, retrasar la edad legal de jubilación, supondría aminorar esta prestación contributiva, en los porcentajes establecidos por cada año que falta para alcanzar la edad legal de jubilación . Esto viene a traducirse en que un trabajador/a que se jubilase a los 62 años, vería reducida su pensión de jubilación en torno al 35- 40% y no entre el 21 y el 24% actual. Esta es la finalidad. No hay el mas mínimo interés en esta medida en alargar la vida laboral de ningún trabajador/a para mantenerse en activo.

Bueno, los objetivos de estos ya están claros desde hace tiempo. Ahora, como en la fábula de La Fontaine solo falta ponerle el cascabel al gato. ¿Quién lo hará? Quiero creer que hemos respondido todos a una. ¿O decimos aquello de yo no se poner cascabeles...yo no se atar cintitas...?

Paco Fernández, abril 2010

2 comentarios:

Paco López dijo...

Apreciado Paco, dichosos los ojos que te leen, nunca mejor dicho de pascuas a Ramos. Entrando en materia, la coincidencia es total con tu análisis; el problema principal es lo que se conoce como discurso único, un concepto muy de moda hace unos años que servía para expresar de manera muy clara la asunción acrítica de postulados dados por ciéntificos y por tanto irrefutables. Tanto el caso del retraso de la jubilación como el precio del despido entran en esta casuística.Por desgracia,el gobierno no hace más que reforzar esta dinámica que santifica los dogmas económicos liberales y que da alas a los oscuros actores financieros que han causado parte de la crisis.Fue el gobierno el que puso al frente del Banco de España a un foribundo liberal como MAFO (yo lo escuchaba en las tertulias de la SER)y es el gobierno el que está aplicando una política económica superortodoxa -por miedo a la presión de los mercados financieros y esa mania de ser más europiestas que nadie-que va alargar mucho más los efectos de la crisis.
Por desgracia, aparte de que el discurso que defendemos desde los sindicatos de clase sea cada vez más subterráneo e invisible, (y nos esté acercando a las posiciones más a la izquierda por el simple corrimiento de la izquierda oficial a la derecha)medidas como el retraso de la jubilación o lo que quiera que salga de la reforma laboral, sólo sirven para destrozar el espinazo de las asociaciones y gentes que configuran la base social de la socialdemocracia. Como tú bien indicas, el daño para los sindicatos será enorme -en el sentido de restar todavía más fuerza y credibilidad- si el gobierno no rectifica y busca una salida a la crisis verdaderamente de izquierdas y no retoma un discurso claro que ponga a cada uno en su sitio.
Bueno, ya me he extendido demasiado. Esperemos que te tomes el blog como una parte más de tus responsabilidades y no esperes hasta San Joan o las vacaciones para volver a publicar.
Saludos afectuosos desde el Vallès Oriental.

paco fernandez dijo...

Hola Paco. Te aseguro que he intentado dejarte algún comentario en tus entradas pero reconozco que mi procesador natural, el de mi cerebro, se está saturando hasta el extremo de que si no me apunto las prioridades es como si no las tuviese. Estoy empezando a preocuparme por mi estado de salud mental. Por lo menos a la parte que regule la memoria.
No lo tengo apuntado pero aún me acuerdo de que tenemos pendiente sentarnos a comer junto con Maxi.
Poner fecha, por favor.
Me comprometo a ser un fiel "publicador" en el blog. Confia en que el viaje lo haremos a alguna parte.
Un abrazo.