domingo, 21 de diciembre de 2008

LESA HUMANIDAD


Son profundas las declaraciones que nos ha dejado esta semana José Saramago.
Se puede estar o no de acuerdo con ellas, pero sin duda invitan a una serena reflexión a quién, como es mi caso, las comparte.
Dice Saramago "Hay tantos atentados a la dignidad humana que no sé ni por dónde empezar, pero creo que la crisis financiera es uno de ellos", espetó. "Los ejecutivos de Wall Street no están invadiendo países ni cortando cuellos, pero la cantidad de personas que actualmente están en el paro debería ser una razón para que estos señores fueran llevados a juicio". Más tarde acusó a los responsables de esta crisis de cometer “crímenes contra la Humanidad”.
Imaginemos un hipotético proceso judicial contra los responsables de la actual situación financiera. ¿a quién y a cuantos habría que sentar en el banquillo de los acusados? ¿solo a estos ejecutivos del norte de América?. A pesar de tratar de justificar la situación haciéndonos creer que no es el sistema, sino indeseables como este último personaje que han sacado de no se sabe donde, un tal Madoff, que con el burdo timo de estructuras piramidales a sido capaz de estafar miles de millones de euros al núcleo duro de los tiburones financieros y además en su propio elemento. Insisto en que a pesar de absurdidades como esta, no está ahí el fundamento de la situación. Pero es que al mismo tiempo, tampoco tengo el convencimiento de que sea el sistema capitalista en sí el origen de todos los males. Y en ningún momento entendáis que defiendo este sistema, pero antes de intentar encontrar las soluciones en los tratados económicos de Marx, deberíamos tratar de encontrarlos en los propios individuos.
Esta suma de abstracciones, a las que ya he mencionado en otra ocasión, y que somos los ciudadanos, formando la ficción de “la sociedad”, ni somos un grupo homogéneo, ni estamos en el mismo plano de horizontalidad.
Recuerdo que cuando me hacían estudiar a los clásicos, un compañero muy querido, se empeñó en que aprendiésemos de memoria una cita de Montesquieu, porque tenía el convencimiento de que estaría presente en los exámenes. Esta cita decía : “Las reglas que determinan el comportamiento de los hombres no son permanentes ni absolutas, sino que surgen y son modificadas según los contextos históricos y culturales, los tipos de gobierno y el carácter de la sociedad” .No apareció para nada en los exámenes, pero todavía me acuerdo de ella y de como no era capaz de descifrar el enigma. Habría de ser el comportamiento de los hombres el que diese carácter a la sociedad y no al revés ¿no?. Pues no, no es al revés..
Estamos en una sociedad compuesta por grupos de individuos integrados en pensamientos sociales e ideológicos distintos, compuestos estos por su concepción de la justicia, el derecho, la libertad, la política, la moral, la ética o la religión, y por su concepción de la dignidad, la propiedad, la vergüenza, la culpa, el honor, la caridad ..... Lo que origina estos grupos sociales distintos es la estructura económica en la que se desarrollan. Lo que genera las ideas sociales de estos grupos es el ambiente económico en el que viven.
¿De donde surgen estos conjuntos sociales o familiares que se autodenominan tradicionales? Cada vez que un grupo social sufre una transformación importante en su estructura económica, la primera generación que crece provoca una ruptura generacional. Pero si no se producen cambios económicos en el seno de estos grupos, los hijos adoptan sin grandes problemas la estructura ideológica de sus padres.
El problema no se centra en figuras esperpénticas como este Madoff .
Si atendemos a las reflexiones de Saramago, necesitaremos muchas sillas para sentar en ellas y ante un tribunal a todos los responsables de que estas indignidades las suframos siempre los mismos grupos sociales.

Paco Fernández, diciembre 2008

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